Después de pasar una semana en las Cataratas Victoria mi siguiente destino era Botswana. Como comenté, las cataratas están muy cerca de la frontera con este país así que no tenía mucho trozo de viaje. Desde Livingstone quería coger un taxi compartido para llegar a la frontera pero no había nadie que fuera allí así que al final tuve que coger uno privado, pero me salió por un precio bastante razonable. En menos de una hora ya estaba allí. De hecho, Zambia y Botswana sólo se tocan en un pequeño punto en el mapa, conocido como Kazungula, al lado están Namibia y Zimbabwe. En este punto hay que cruzar el río con una pequeña plataforma flotante que transporta continuamente los vehículos de un lado al otro. Antes de subirme le pregunté a un chico que había por allí qué tenía que hacer una vez hubiera cruzado y me dijo que le pidiera a otro chico que iba con un coche que me llevara. Al principio no me pareció muy buena idea subirme al coche, pero el chico estaba trabajando para una empresa de alquileres y estaba transportando un jeep que habían dejado unos clientes hacía otro punto. Era majo, estaba trabajando y me llevaba gratis, así que me pareció seguro y me subí. Crucé en el ferry con el chico del coche y una vez al otro lado pasamos por las oficinas de inmigración de Botswana. Esta vez visado gratuito, a partir de ahora ya no tendré que pagar más visados en los siguientes países, algo muy positivo para mi presupuesto. La verdad es que tuve suerte de que este chico me llevara porqué allí no había nadie y hubiera tenido que esperar bastante rato. Me dejó en la ciudad de Kasane, que está a muy pocos quilómetros de la frontera y es la principal puerta de entrada para visitar el Parque Nacional de Chobe, uno de los más famosos de Botswana. El principal problema de esta ciudad es que no hay alojamiento barato para mochileros. Pero como iba con la tienda podía instalarme en alguna zona de acampada de algún lodge. Tenía pensado instalarme en uno que había visto en la guía pero estaba lejos del centro y el chico me aconsejó ir a otro que estaba al lado del supermercado y así podía ahorrar en comidas, fue un buen consejo.
Me alojé en Chobe Safari Lodge, muy grande y bastante lujoso, muy diferente del resto de sitios donde suelo alojarme. Pero Botswana es un país muy popular para safaris lujosos y organizados y no está pensado para viajeros independientes. Por suerte este lodge tenía zona de acampada y allí planté la tienda. También es muy popular entre los viajeros más aventureros hacer rutas en 4×4 por el sur de África, así que las zonas de acampada están llenas de jeeps con tiendas en el techo. El tema es que la gente que viaja en estos jeeps lleva cosas para cocinar y entonces pueden ahorrar. Pero si no puedes cocinar, como es mi caso, o comes en el restaurante del hotel que es bastante caro o tiras de comida del supermercado, pero las opciones son muy limitadas. El lodge estaba bien pero no era para nada mi estilo, la media de edad no bajaba de los 60 y la mayoría iban con viajes organizados, de estos que lo tienen absolutamente todo programado. Entiendo perfectamente que haya gente que prefiera viajar de esta manera, pero yo no me siento identificada. Lo que me más me gustó del sitio era que estaba rodeada de animales. Tenía la tienda a muy pocos metros del río con preciosas vistas. Alrededor de la zona de acampada había varios carteles indicando que se podían encontrar hipopótamos y cocodrilos. Además, por todo el recinto del lodge había muchos monos, jabalíes y alguna gacela. Me di cuenta que en Botswana estás realmente cerca de los animales, de hecho, de camino al lodge ya había visto algún elefante a lo lejos.
Después de plantar la tienda me pasé un buen rato observando y fotografiando los monos que tenía alrededor. Eran monos vervet, de tamaño no muy grande, cara negra y pelo gris. Había muchísimos y eran muy divertidos. Saltaban por los árboles, corrían y jugaban entre ellos. Es increíble lo mucho que se parecen a los humanos. Estos ya están muy acostumbrados a ver a las personas así que dejan que te acerques bastante a ellos. Además, saben que en el lodge hay comida. Había uno de ellos que se sentó encima de un cubo de basura y empezó a sacar todas las cosas que había, una por una. Cogía algo, lo miraba, si no le interesaba lo tiraba al suelo y cogía la siguiente. Si había restos de comida se los acababa y seguía buscando más. Se pasó un buen rato allí y dejo todo el alrededor del contenedor bien sucio. También es muy gracioso ver a las madres con bebés. Cuando son recién nacidos no les dejan solos ni un momento y si quieren caminar los cogen y se los cuelgan en la barriga. Había una hembra con un bebé muerto, pero no se había dado cuenta de que estaba muerto y era increíble porque lo seguía llevando de un lado a otro y lo acariciaba como si estuviera vivo. Me pregunto en que momento lo dejará. Los machos tienen los huevos de un color azul súper chillón, algo bastante curioso. Después fui a la zona central del lodge, donde hay el restaurante y la piscina con varias mesas alrededor. Los monos también correteaban por allí en busca de comida. La liaban bastante y rompieron más de un vaso saltando entre las mesas. Hay que ir con cuidado porque como te despistes un momento te quedas sin comida. Por la noche oía los ruidos de los hipopótamos tan fuerte que parecía que los tuviera al lado de la puerta, pero en realidad estaban en el río. Por la mañana cuando me levanté había un grupo de más de cincuenta baboons, otro tipo de mono un poco más grande, saltando por el campamento. Era genial dormir rodeada de tantos animales.
El día siguiente fui a visitar el parque de Chobe. Desde el mismo lodge organizaban safaris y me apunté a una ruta de tres horas en coche por el parque. Salimos a las 6 de la mañana, ya que hace menos calor y es mejor hora para ver a los animales. Éramos 6 personas. Íbamos en un jeep abierto con tres filas de tres asientos cada una. Es curioso porqué en cada país que he hecho safaris tienen un vehículo estándar diferente. En Kenia son minivans, en Tanzania jeeps cerrados con el techo que se levanta, y en Botswana jeeps abiertos. Todo el mundo iba en el mismo tipo de coche. A los pocos minutos de salir del lodge y antes de pasar la puerta del parque se nos cruzó una familia de elefantes por la carretera. Una vez dentro estuvimos circulando por caminos de arena muy blanda, a veces íbamos deslizándonos. Estuvimos bastante rato circulando en paralelo al río Chobe, que cruza el parque y que atrae a todos los animales que vienen a beber. Vimos un par de leones descansando a lo lejos, varios grupos de búfalos, antílopes y algunas jirafas. El paisaje era muy bonito.
Esa misma tarde hice un safari-crucero por el río Chobe, también organizado por el lodge. Era un barco enorme con unas 50 personas, demasiadas para mi gusto. Estuvimos unas tres horas navegando lentamente por el río. Vimos enormes cocodrilos, búfalos e hipopótamos. Pero lo mejor fueron los elefantes. Había un grupo enorme en la orilla del río y pudimos verles durante mucho rato desde muy cerca. Era a última hora de la tarde y la luz era preciosa. Aunque hubiera preferido hacer algo con menos gente, el paseo estuvo bastante bien.
El día siguiente me pase el día en el lodge, tomando el sol y bañándome en la piscina. Estos días hace muchísimo calor, alrededor de los 40 grados, es bastante asfixiante. La ciudad de Kasane no tiene casi nada, de hecho creo que no puede considerarse ni ciudad. Hay una gasolinera, un supermercado y un restaurante, nada interesante para ver. Aquí la gente sólo viene a hacer safaris. El día siguiente ya fui hacia el noroeste de Botswana para ver el precioso Delta de Okavango, pero esto ya os lo cuento en la próxima entrada.
Podéis ver las fotos en el siguiente link:
Rosa dice
Petitet el cocodril… Un cop de cua i la barqueta…
Kris Xerca dice
jajajaj ya et vaig dir que eren bastant grandets….
Putin dice
Curiositat del dia:
«Los machos tienen los huevos de un color azul súper chillón, algo bastante curioso»
By: KrisOntheWay
😛
Kris Xerca dice
jajajajaja, a vere….has vist les fotos?! No es normal…no li veig una explicació lògica…
Mercè dice
Jajajajaja, Cristina a minem trobaries en el grup «que lo tienen todo absolutamente todo programado.
Kris Xerca dice
Jeje Mercè, l’important és viatjar! cadascú com es senti més còmode…;)