Después de nuestro espectacular safari pasamos un par de días “turisteando” por Nairobi. Charles nos dejó en el hostal el miércoles al mediodía, donde pasamos la tarde descansado y lavando toda la ropa que tenía unos cuantos quilos de polvo. Por la noche decidimos ir a cenar a uno de los restaurantes más famosos de Nairobi. Se llama The Carnivore Restaurant y cómo su nombre indica es para comer carne. Está situado en la zona de Larnata, en el suroeste de Nairobi, la zona donde hay la mayoría de casas de los colonos. En el restaurante hay una enorme barbacoa donde hacen los diferentes tipos de carne. Se paga un precio cerrado de unos 35 dólares y puedes comer toda la carne que quieras. Para empezar te traen una sopa de calabaza muy buena y un poco de pan con mantequilla. Además, te traen una especie de estructura metálica con varias bandejitas con ensaladas y diferentes salsas para las carnes. Una vez te retiran el plato de la sopa empieza el festín de carne. Cada camarero va paseándose entre las mesas con un pincho enorme de carne. Se encargan de que nunca tengas el plato vacío. En la mesa hay una banderita de papel y mientras la bandera esté levantada te siguen trayendo carne. Cuando ya estás lleno a reventar bajas la bandera. Hace un tiempo el restaurante era famosos porque se podía comer carne de muchos animales como jirafas, cebras etc. Ahora han prohibido algunas de estas carnes y no hay cosas tan originales. Pero pudimos probar carne de avestruz y cocodrilo entre otras. Además, también probé los testículos (huevos o cojones, como queráis…) de buey. No estaba malo, pero con un trozo pequeñito tuve suficiente. Cuando volvimos del restaurante, en el hostal, me encontré a dos chicos con los que ya había coincidido unos días antes y estuvimos tomando unas cervezas. Son Carlos, portugués, y Pablo, sevillano, y llevan tres años recorriendo África en coche. Los dos son médicos y han pasado dos años trabajando en un hospital de Mozambique. Me estuvieron contando un montón de anécdotas de su larga aventura. Curiosamente esa era su última noche en África. Su avión salía al día siguiente por la noche y como no tenían ningún plan para su último día se apuntaron con mi madre y conmigo a hacer un tour por Nairobi durante la mañana siguiente.
Así que el jueves por la mañana salimos los cuatro a visitar algunos sitios interesantes de Nairobi. Fuimos con un guía del hostal, Miquel. Era muy majo y hablaba bastante bien el castellano. Nuestra primera parada fue en un orfanato de elefantes, David Sheldrick Wildlife Trust. En este centro se dedican a recoger los elefantes pequeños que han perdido a sus madres en diferentes parques de África. Durante un par de años los tienen en el centro donde los cuidadores les dan comida y se encargan de ellos. Después los llevan al Parque Nacional de Tsavo, en el sureste de Kenia. En el parque también tienen una especie de centro donde los elefantes se pasan unos cinco años. Allí van entrando en contacto poco a poco con los elefantes salvajes, hasta que finalmente los dejan libres. Lo interesante de este centro es que cada día a las once, a la hora de dar los biberones a los elefantes, abren las puertas al público, y se puede ver a los pequeños elefantes como comen y juegan. En el centro hay una explanada de hierba, rodeada con una cuerda, donde están los cuidadores con los biberones. Actualmente hay 20 elefantes, y vienen a comer en dos grupos de diez. Primero vinieron los más pequeños y después los mayores. Los turistas estábamos todos alrededor de la cuerda, pero los elefantes pasaban muy cerca y les podías tocar. A veces hasta jugaban con la gente con las trompas. En este grupo había algunos elefantes bebés, el más pequeño tenía sólo tres meses. Estuvieron una media hora en el recinto mientras uno de los cuidadores iba explicando la vida de cada uno de ellos. Los elefantes iban jugando entre ellos y con los cuidadores. Es increíble ver la relación que tienen con los ellos, se comportan como niños pequeños. Al cabo de un rato el primer grupo de elefantes se fue y vino el segundo. Los elefantes venían corriendo como locos porqué sabían que era la hora de la comida. Cada cuidador estaba esperando con dos enormes biberones de leche, de unos 2 litros cada uno. Los elefantes se los tragaban en un segundo. La verdad es que fue precioso ver el comportamiento de los elefantes tan de cerca. El principal método que tienen para conseguir donaciones es a partir de la “adopción de elefantes”. Por un mínimo de 50 dólares al año se puede adoptar un elefante. Puedes escoger el elefante que quieras y durante el año te van mandado fotos e información sobre él. En realidad cada elefante está adoptado por varias personas. Las personas que hacen donaciones pueden ir a visitar los elefantes a otras horas del día cuando hay menos gente y además también pueden ir a visitarles en el centro del parque de Tsavo. Una de las cosas más curiosas es que los elefantes durante los primeros meses tienen que beber leche cada 3 horas y el cuidador tiene que estar con ellos durante las 24 horas del día. Tienen una “habitación” para cada elefante bebé. En el suelo hay paja para que duerma el elefante y también hay una cama elevada donde duerme el cuidador, muy gracioso. También recogen a rinocerontes huérfanos, pero no se pueden ver, ya que son más peligrosos que los elefantes. Creo que sólo la gente que va por la tarde puede verles en pequeños grupos.
Después de disfrutar viendo a los elefantitos, fuimos al Giraffe Centre. Este centro se creó para fomentar la reproducción de las jirafas Rothschild. Cuando empezaron solo quedaban unos pocos ejemplares en Kenia de este tipo de jirafas. Aquí las ayudan a criar y después las llevan a parques naturales. Lo gracioso de este sitio es que hay una especie de plataforma de madera donde los turistas se pueden subir y dar comida a las jirafas. Te dan pequeñas bolitas de pienso para que se las des. Estuvimos jugando como niños. Las jirafas tienen una lengua larguísima y es muy gracioso ver cómo comen. Estuvimos dándoles la comida de varias maneras diferentes, quedamos con las manos llenas de babas. Los más “atrevidos” nos pusimos la bolita de comida entre los labios y la jirafa la cogía con la lengua dándote un beso. Como podéis imaginar nos estuvimos riendo un buen rato viendo las caras de asco que poníamos.
La siguiente parada fue en un sitio donde hacen joyas de cerámica manualmente, Kazuri. Este sitio empezó hace unos años para dar trabajo a madres solteras que no tenían dinero. Con los años ha ido creciendo y ahora trabajan más de 100 mujeres y exportan joyas en todo el mundo. Durante la visita te enseñan todos los talleres donde están las mujeres trabajando y todo el proceso que siguen. Lo hacen todo a mano y es increíble ver cómo trabajan. Van dando forma y pintando cada una de las bolitas una por una. La verdad es que las joyas eran muy bonitas.
Finalmente, antes de volver al hostal, hicimos una corta parada para ver la casa de Karen Blixen. Esta mujer fue una escritora danesa que estuvo viviendo en Kenia durante varios años y que se hizo famosa con la publicación de su libro “Memorias de África” en el que se basa la famosa película protagonizada por Meryl Streep. Actualmente en el interior de la casa donde vivió hay un museo donde se explican varias cosas de su vida. La verdad es que ninguno de los cuatro estábamos interesados en ver el museo y no queríamos pagar la entrada. Aun así teníamos el capricho de sacar una foto desde fuera así que le pedimos a Miquel que parara en la entrada. Fuimos Carlos, Pablo y yo, cada uno con su cámara, a sacar la foto desde fuera del recinto, haciendo el rancio total para ahorrarnos unos shillings. Lo bueno fue que justo cuando ya íbamos hacia el coche tan felices nos paró el guarda y nos dijo que como no habíamos pagado teníamos que borrar la foto. Estábamos los tres apretando los botoncitos de la cámara y con la cara bajada, como si fuéramos niños pequeños y el profesor nos estuviera regañando. Cuando ya llevábamos un par de minutos haciendo ver que borrábamos las fotos al final el guarda nos dejó ir. En el coche nos dio un ataque de risa porque ninguno de los tres había borrado la foto, y nos fuimos orgullosos hacia el hotel con la imagen que habíamos “robado”. En el hotel nos sacamos una foto de grupo y nos despedimos de Carlos y Pablo que se iban al aeropuerto. Nosotras pasamos la tarde paseando por el centro y subimos al Kenyatta International Conference Centre, uno de los edificios más altos desde donde hay una vista panorámica de la ciudad. Cenamos en un buen restaurante italiano con una terraza que daba a una de las calles principales.
El viernes por la mañana fuimos a Kibera, a ver la escuela donde había estado la semana anterior dando clase. Así mi madre pudo ver el sitio y yo pude ver a los niños otra vez. Cuando llegamos a la escuela los niños ya gritaban mi nombre, algunas chicas vinieron a abrazarme y me pedían que me quedara a darles clase, fue muy emocionante. Los chicos nos hicieron el espectáculo de acrobacia para que mi madre pudiera verlo y después algunos de ellos nos estuvieron dando una vuelta por el barrio. Durante el paseo nos enseñaron algunos de los grafitis que los niños de la escuela han hecho en varias paredes. Están muy bien hechos. También pudimos ver la vida en el barrio. La verdad es que tienen de todo. Es impresionante ver cómo se lo montan para meter tantas cosas en tiendas minúscula y cómo se organizan con lo poco que tienen. Volvió a ser una gran experiencia, pasearse por Kibera nunca deja indiferente.
El viernes por la tarde tuvimos que volver al centro de Nairobi a hacer algunas gestiones de último momento. Esa misma noche teníamos que coger el tren para Mombasa. La verdad es que el tren no es nada eficiente y la mayoría de gente va en bus. Pero había leído que el viaje era bonito porque se cruzaban algunos parques y que el tren estaba bastante bien. Me gusta mucho ir en tren y me hacía ilusión cogerlo. Había ido la semana anterior a comprar los billetes en la estación. Me habían advertido que normalmente el tren ser retrasaba unas horas, pero tampoco teníamos mucha prisa así que ya formaba parte de la experiencia. Pero la gran decepción llegó cuando por la mañana me llamaron de la estación y me dijeron que el tren se había cancelado y que el próximo no salía hasta el lunes. Bueno, estábamos dispuestas a aceptar unas horas de retraso, pero ¡tres días era demasiado! Muy amablemente nos dijeron que podíamos pasar a recoger el dinero por la estación. Y eso hicimos. Aprovechamos para comer en un restaurante que había dentro de la estación y al menos pudimos verla. La estación es muy antigua, parece que sigue todo igual que cuando la construyeron. La verdad es que no había nadie. Después de recoger el dinero fuimos a comprar unos billetes de bus para salir la mañana siguiente hacia Mombasa.
Pues esta fue nuestra visita a la capital de Kenia. Como ya dije en la entrada anterior, es una ciudad de contrastes. El centro de la ciudad es muy moderno, pero la mayoría de la población vive en barrios periféricos como Kibera en condiciones pésimas. Las diferencias de un sitio a otro son abismales.
Hoy estoy escribiendo desde Tanzania, ayer crucé la frontera. Pero aún me quedan por explicar los últimos días que pasé con mi madre en la costa de Kenia. Intentare escribir pronto.
Podéis ver las fotos de Nairobi en el siguiente link.
Rosa dice
I tant que vem riure donant menjar a les girafes!!!! Jajajaja
Petons
Ingrid dice
Així que lligant amb les girafes eeeh!!!??? xD …..intueixo que la mama no va ser tant valenta com per posar-se el pinso a la boca! ajjajajaja! xD
Que bé saber que hi ha gent que es preocupa tant per conservar la fauna, com els elefantets i les girafes! i que curiós que els elefants més petits hagin de dormir amb un cuidador!
Quina ilusió tornar a Kibera i que estiguessin tant contents de re-veure’t 🙂 ! i qué bé que la mama també hi hagi pugut estar. Què és això que hi ha dins de totes aquestes sabates penjades?
Kris Xerca dice
e sembla que no es res aixo de les sabates…pq aguantin la forma suposo!
La mama no es va atrevir a donarli el menjar a la girafa amb la boca….se’l va posar a la galta jajaj
el padrinet dice
Hello, m’havia quedat retrasat en el seguiment però ja m’he posat al dia.
De KIbera el que no entenc, desde la distància, és que unes persones que viuen en unes condicions tan precaries tinguin tans fills. No sé si és un tema social, religiós o una mica de tot No sé si són molt valents o molt inconcients.Em costa de creure que aquestes noies que amb 14 i 15 anys ens diuen quines serían les seves aspiracions en cas de tenir ajut economic pels seus estudis, si d’aqui uns anys comencen a tenir una colla de fills, poguin fer altre cosa que ocupar-se de la seva prole. Per altra banda em dona la impresió que tan les autoritats locals com les estatals fan ven poca cosa per millorar les condicions de vida d’aquests barris marginals…Son els seus propis habitants qui en mica en mica hauràn de fer el posible per trancar el cicle viciós en el que viuen, i em temo que això serà molt difícil , mentre perduri el costum de tenir tans fills. M’agradarìa saber que en penses, i que en pensen les noies d’aquest tema si és que ho veu parlar.
Kris Xerca dice
Doncs això és el mateix que em pregunto jo des de que estic a Àfrica. Jo crec que més que una qüestió social o religiosa es una qüestio d’instint. És a dir, ells tenen fills perquè es el natural de fer, com fa qualsevol especie d’animals. Anteriorment tenir fills no era un problema com ara, la gent siplement sobrevivia i els nens treballaven igual que els adults. Des del moment que canvien les coses i no es tracta nomes de sobreviure sino d’educar-se, formar-se, desenvolupar-se etc…és quan els nens passen a ser un cost i consequentment un “problema”. Fa uns anys a Europa (i no fa tants) la gent també tenia molts més fills dels que tenim ara. A Àfrica aquesta evolució esta mol més enrederida, com la majoria de coses, i encara es necesita molt temps perquè les coses canviin com ho han fet en altres llocs. A més a mes aquí, com que hi ha molta més probresa es més difícil formar a la gent, i no hi ha gaire gent amb la formacio necessaria per canviar aixo. Falten metges, falten professors etc. Jo no hi entenc de política ni economia pero és evident que el govern no fa les coses gaire bé. De totes maneres tampoc és fàcil tirar endavant un país on la majoria de la població són nens que no estant en edat de treballar, i molts dels adults están malalts i per tant tampoc poden treballar. Com bé dius es un cercle viciós. Estic dacord que els únics que poden fer alguna cosa per canviar la situació són ells mateixos. Però això també és difícil perque molt d’ells vieun aillats i no poden veure que hi ha més opcions. Nexien pobres i segueixen sent pobres, perque ni tan sols tenen la possbilitat de plantejarse que poden aconseguir canviar les coses. Tot i així jo crec que les coses estant canviant. Amb l’evolució de la tecnología i la comunicació, actualment hi ha gent que gairebé no te res però poden veure la televisió, parlar pel mòbil, alguns fins i tot conectarse a internet etc. Crec que aixo fa que a poc a poc ells prenguin consciencia de com son les coses més enlla del que veuen ells i que es puguin plantejar que volen una cosa diferent. Des de fa un temps també crec que estant duent a terme campanyes per formar a la gent, sobretot als joves, en planificació familiar, en els riscos que comporta el sexe sense precaucions, ja sigui per quedar-se embarçat abans d’hora o per evitar greus malalties. Fins ara la gent no es plantejava què significava tenir un fill. Jo crec que ara, la gent que te formació comença a plantejar-sho i veuen que si volen que els seus fills tinguin una educació no en poden tenir tants. Jo crec que justament gent com aquetes noies de l’escola de Kibera, son les que comencen a veure les coses diferents i que volen tenir una vida diferent a la que han tingut els seus pares. Quan parlava amb elles sabien perfectament que tenir un fill tan joves o tenirne tants no era compatible amb aconseguir tots els altres objectius que tenien. Potser no totes ho aconseguiran, pero crec que almenys algunes si. Aquesta noies, amb lo joves que son , han hagut de lluitar contra moltes coes per poder anar a l’escola. I tot i en les condicions que es troben han aconseguit assolir el nivell establert pel govern, perquè han aprovat un examen que s’evalua a nivell nacional. Crec que aixo demostra que poden aconseguir moltes coses. El que m’agrada del que em va proposar el John de buscar sponsor per pagar l’educacio secundaria és que això permet que elles siguin independents en el futur. No es tracta de anar-les mantenint perquè elles no es poden valdre per elles mateixes, sino de donar-los un petit ajut perque puguin evolucionar. Elles tenen molt clar que han d’aconseguir les coses per elles mateixies, i ho demostren també a l’escola participant en totes les activitats que fan per guanyar diners. Jo crec que hi ha molts altres joves que no fan aquest esforç. Es necesita temps perquè gent com elles sigui la majoria i no l’excepció. Tothom ho té difícil pero sovint les noies més perquè les seves families l’únic que volen es casar-les quan abans millor. En fi, no se si he respos la teva pregunta. Crec que al final del viatge tindre més experiencia i potser puc opinar amb més coneixement.
Jorge dice
Hola!…
Puedo saber que Hostal te has hospedado¿? Gracias
Bea dice
Hola,
Tendrías el contacto del guia Miquel de Nairobi? Gracias.
Tamara Leiva Chacana dice
Hola! Me gustaria saber donde alojaste si es posible! Gracias
Tamara dice
¡Hola! ¿Podrías decirme en qué hostal te alojaste y/o si tienes el contacto del guia? Gracias y un saludo!! Pd: muy buena entrada 🙂
Eva dice
Hola.
Me gustaría saber en que hostal os habéis quedado y el número del guía.
Gracias.