Una de las actividades más especiales y emocionantes que se pueden hacer en Uganda es visitar a una familia de gorilas en su hábitat natural. Los gorilas que viven aquí son los gorilas de montaña (mountain gorilla) y están en grave peligro de extinción. Actualmente quedan menos de 700 ejemplares de gorilas de esta especie y solo se encuentran en dos zonas, las dos en África Central. La mitad de éstos están en el Parque Natural de las Virungas, que está dividido entre Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo. La otra mitad están en el Bosque Impenetrable de Bwindi, una zona selvática en el sur de Uganda.
Desde hace unos años los diferentes gobiernos decidieron convertir estas zonas en reservas naturales e iniciaron lo que se conoce como “proceso de habituación”. Es decir, durante un tiempo los guardas de la reserva natural pasan cada día unas horas con la familia de gorilas para que éstos se acostumbren a la presencia de humanos. Después de este tiempo, se considera que la familia está habituada y permiten que cada día vayan unos pocos turistas a visitarlos. Actualmente hay ocho familias habituadas de gorilas en el Bosque Impenetrable de Bwindi y pueden visitarse desde cuatro entradas diferentes; dos en el norte del parque y dos en el sur. El gobierno tiene muy controlado el acceso al parque, ya que quieren respetar las familias de gorilas lo máximo posible, y solo dejan que vayan ocho personas como máximo cada día en cada familia, y la visita dura solamente una hora, para interferir lo mínimo posible en su vida diaria. Como el acceso está tan restringido, los permisos para entrar en el parque tienen precios muy elevados y hay que comprarlos con antelación; actualmente la entrada al parque cuesta 600 dólares americanos. Por suerte, durante la época de lluvias, en abril y mayo, los permisos “sólo” cuestan 350 dólares. Además, como está en una zona muy remota, los accesos son complicados y, como no hay transporte público, hay que alquilar un conductor privado que te lleve hasta el parque, lo que encarece aún más la actividad. Sin embargo, la experiencia merece la pena.
Nosotros teníamos permisos para visitar una familia de gorilas que está en Nkuringo, en la zona suroeste del parque. Salimos el sábado por la mañana de Kabale en coche, con un conductor al que pagamos para que nos llevara. Hicimos tres horas y media de trayecto por camino de tierra. El camino era muy malo e íbamos muy lentos, pero el paisaje era espectacular. El sur de Uganda es muy montañoso y muy verde. Todas las laderas de las montañas están llenas de campos de conreo en forma de terrazas, los colores son preciosos. La primera parte del recorrido rodeaba el lago Bunyonyi, donde ya había estado los fines de semana anteriores, y tuvimos la oportunidad de ver unas panorámicas del lago impresionantes. Durante todo el camino nos íbamos cruzando con varias personas, sobre todo mujeres, que trabajan en los campos y van siempre cargadísimas de cosas en la cabeza, es impactante todo lo que pueden llegar a cargar, a menudo con los bebés en la espalda. Al aproximarte al Bosque Impenetrable de Bwindi se distingue perfectamente una línea en la montaña donde se acaban los campos de conreo y empieza la selva, desde lejos se ve una zona llena de árboles muy densa. Llegamos al mediodía al hotel, y por la tarde fuimos con un guía a caminar por la zona, donde pudimos ver todo el bosque desde un mirador precioso. Además, a lo lejos se ven los volcanes del parque natural de Virungas, tres montañas enormes que se distinguían entre la nubes y hacen que las vistas sean aún más espectaculares.
El domingo por la mañana, después de un buen desayuno, fuimos al punto de encuentro, muy cerca del hotel, donde teníamos que reunirnos con el resto del grupo. Ese día éramos 7 personas visitando esa familia de gorilas; Toni y yo, un chico joven chileno, y un grupo de cuatro amigos: una pareja de rusos bastante mayores que no hablaban inglés y una pareja medio ucraniana medio canadiense un poco más joven. Allí nuestro guía nos hizo una breve explicación sobre cómo sería la excursión y el encuentro con los gorilas. Recorrimos unos 10 km en coche y desde allí empezamos a caminar. Éramos los 7 turistas, dos porteadores que llevaban las mochilas de los rusos, el guía y dos guardas que nos acompañaban con rifles. Aunque es poco probable, en la selva hay otros animales que podrían atacarnos, entre ellos gorilas salvajes que no están habituados a los humanos. Además, había dos guardas “rastreadores” que habían salido un par de horas antes que nosotros para localizar los gorilas y que se comunicaban con nuestro guía con walkie–talkie. Los guardas hacen la visita a los gorilas cada día, así que saben dónde estaban el día anterior. Los gorilas no suelen recorrer grandes distancias en un solo día, así que basándose en la última posición y siguiendo los rastros que dejan al pasar, los rastreadores localizan la familia de gorilas relativamente fácilmente.
Estuvimos caminando casi dos horas, al principio por un camino de cabras más o menos marcado, pero a medida que nos adentrábamos a la selva, la vegetación era cada vez más densa y el camino más complicado. En esta zona llueve mucho, y aunque por suerte ese día no llovía, el suelo estaba muy húmedo y resbaladizo así que caminábamos lentamente. El camino de ida fue casi todo de bajada, lo que provocó que el hombre ruso resbalara varias veces, por suerte sin hacerse daño, pero dejándolo lleno de barro. Aunque nadie se atrevía a reírse muy alto, porque todos estuvimos a punto de caer más de una vez. Cuando estábamos a unos pocos metros de los gorilas los guardas nos hicieron dejar todas las mochilas. Con los gorilas no se puede beber ni comer, solo nos dejaron coger la cámara de fotos, suficiente. Lentamente y sin hacer mucho ruido nos acercamos.
Los gorilas estaban en su “hora de descanso” así que cuando llegamos estaban muy quietos. Como hay mucha vegetación al principio no se veían muy bien. Pero poco a poco los guardas fueron apartando las ramas y hojas y fuimos descubriendo toda la familia. Estábamos a menos de dos metros de distancia, ¡Era increíble! Lo primero que vimos eran dos gorilas no muy grandes que estaban sentados entre las plantas. Justo al lado había un enorme gorila tumbado en el suelo con la patas hacia arriba durmiendo, una imagen muy graciosa. Este era un “Silverback” (espalda plateada). A los machos adultos se les llama así porqué tienen los pelos de la espalda de color gris plateado. Éstos son considerablemente mayores que los demás. Un poco más allá había un grupo de cuatro gorilas también medio dormidos, hembras y jóvenes. Entre las plantas había una hembra con un bebé recién nacido, sólo tenía un mes. Solo pudimos ver el bebé un poquito al principio, de lejos, y entre las plantas. Después la madre se puso de espaldas a nosotros y no nos dejó ver al pequeño, una pena. Finalmente, al cabo de un rato vimos a otro macho de espalda plateada, éste era líder de la familia, de 28 años, que se había levantado y estaba comiendo. Arrancaba las hojas con sus enormes manos y se las iba metiendo en la boca.
Los gorilas son exageradamente parecidos a los humanos. Se mueven e interactúan entre ellos como si fueran personas, con las mismas expresiones de la cara. Para dormir de lado apoyan la cabeza encima de su mano y si duermen boca arriba ponen los dos brazos doblados bajo la nuca. Las manos y los pies son increíblemente parecidos a los nuestros, con los dedos y las uñas casi idénticos a las de los humanos. A medida que pasaba el rato, los gorilas se iban despertando y se iban activando más, comiendo y jugando entre ellos. Nosotros nos íbamos moviendo poco a poco de un lado al otro sacando todas las fotos que podíamos. A la que un gorila giraba la cabeza se oían miles de cámaras disparando fotos, y eso que solo éramos siete. Bueno en verdad éramos seis sacando fotos, porqué la mujer rusa al cabo de 5 minutos decidió que ya había visto suficiente los gorilas. La tía se sentó y se puso a dormir, ¡no me lo podía creer! Delante de esos increíbles animales y ella durmiendo. No podía parar de reírme cuando la vi, tuve que sacarle una foto porqué me pareció casi tan impresionante como los gorilas. Los guardas iban controlando todo el rato lo que hacíamos, que no nos acercáramos demasiado y que no les rodeáramos para que no se sintieran amenazados. Uno de los motivos por los que no quieren que nos acerquemos, aparte de que obviamente puede ser peligroso, es para evitar que contagiemos a los gorilas con alguna enfermedad.
Estuvimos una hora al lado de los gorilas, mirándoles y sacando fotos, y cuando ya casi era el momento de irnos ellos también empezaron a moverse y caminar hacia otro lado. Parecía que supieran que ya se había acabado nuestro tiempo y que ya les habíamos sacado suficientes fotos. Poco a poco fueron desapareciendo entre las hojas detrás del líder de la familia. Creo que podría haber estado muchas horas más mirándoles sin aburrirme, que pena tener que irse tan pronto. Pero para tener una buena despedida, cuando ya hacía unos 15 minutos que estábamos caminando y ya nos habíamos alejado bastante de ellos, vimos como pasaba caminando a lo lejos entre las plantas uno de los gorilas mayores. Bonita despedida que no estaba planeada. Antes de volver paramos un rato para comer nuestros bocadillos en medio de la selva. Estuvimos caminando casi dos horas más hasta el coche, esta vez todo de subida, pero con la emoción de haber visto los gorilas se pasó bastante rápido.
Hacía tiempo que había planeado esta visita, y todo el mundo hablaba muy bien de la experiencia. Sabía que iba a gustarme, pero no estaba segura de que fuera para tanto ni de que valiera la pena gastarme tanto dinero. Pero cuando estábamos caminando de vuelta estaba muy emocionada y me di cuenta de que había sido una experiencia increíble. Es de estas cosas que por mucho que te las cuenten y te las imagines, hay que vivirlas en primera persona.
Os dejo que disfrutéis vosotros mismos del paisaje y de estos increíbles animales mirando las fotos!
Ingrid Xerca dice
Quina passada!!! 🙂 …..i que fort això de la russa dormint….
Kris Xerca dice
jajaja si…increible!
Joan dice
Hola Kris , es molt interessant tot el que has explicat i molt bonic totes les vistes i els goriles ha valgut la pena , molts petons i segueix amb la teva aventura.
Kris Xerca dice
gràcies! petons!
Rosa dice
Quina meravella! Ha de ser molt emocionant tenir tots aquests goriles a tocar! Incomprensible la rusa dormint…. Jajaja
Ha de fer impressio caminar per la selva… Hi ha fotos que no hi ha cami, aneu ben be pel mig de les fulles i els arbres que son de la vostra alçada!
Les vistes precioses! Quina sort que podem gaudir amb les explicacions i les fotos que ens envies.
Petons
Rosa dice
La gasolinera autentica!!!
Aqui a varies fotos es veuen dones i alguns nens amb una roba molt neta i ben arreglada…. Sembla com els nens de l’escola al diumenge que es vesteixan de gala…..
Kris Xerca dice
jejje si, bueno no se quines fotos dius exactament, pero el diumenge van tots arreglats, i les noies amb vestits de colors mol xulos
Putin dice
Deu haver sigut increible!
Jo desde que vaig veure «Mi gran amigo Joe» he volgut estar a prop d’un… quina enveja 😉
Segueix disfrutant de la ruta.
C.P.
Kris Xerca dice
jajajaj carlos al zoo de barcelona igual en trobes!¨;)
Jansi dice
Que guaiii Cris!! M’encantan els goriles!!
Quina envejaaaa!!
Segueix disfrutant del viatge!!
Un petó gran!!!
Kris Xerca dice
Merci jansi!! un pto!
Laia Vives dice
Quina emoció tenir els goril-les tan a prop i poder compartir un instant de la seva vida. Les fotos són molt boniques i algunes són de concurs. Per cert una altra vegada, no fa falta que li posis pastilles de dormir en l´aigua a la Señora Russa, per poder fer mes fotos, no siguis tan acaparadora…………comportem-nos ehhhhhhhh
Gaudeix molt de cada instant.
Kris Xerca dice
jajaj…es una bona tècnica!
IAIA LOLA dice
Hola Cristina,
Ja he vist les fotos, estic a l’ hospital amb neumonia pero ja estic millor.
Ja he vist com rentas la roba i t’ he vist molt maca. Ho deus trobar tot molt diferent que a casa.
L’avi diu que t’enveja, que si tingues 40 anys menys et vindria a veure. Que disfrutis.
Que tots dos tenim ganes de veurat.
Kris Xerca dice
jejej, si es molt diferent, pero s’està bé i s’aprenen moltes coses noves! Que et milloris aviat, petons als dos!
Ingrid dice
uoooo no m’havia adonat de la foto del goril.la bébé! quina monada! ^^
Kris Xerca dice
ya és que no es veu gaire…t’has de fixar!
el padrinet dice
Curiòs lo de les senyores amb aquests pesos al cap. En general se les veu ben alimentades, però realment té mèrit.
Quan passes per zones de vegatació tan denses, no tens cangueli de que, de sobte et sorti algun insecte, aràcnic o reptil?
Em sembla molt be que la visita als goriles, sigui tan cara perque així només hi van els turistes realment interessats, menys la russa que suposo que va pensar que tampoc eran tan diferents del seu marid…
Per cert, si això de la reencarnació és veritat, jo em demano per la propera vida ser un gorila d’aquests. Així que si d’aqui uns anys hi tornes i veus un gorila alt, amb poc pel i poder amb ulleres, que se t’apropa, no tinguis por que poder és un parent.
Kris Xerca dice
jajaja jo a la proxima vida també vull ser gorila! Bueno…pel tema reptils és millor no pensarhi gaire…nosaltres no en vem veure cap per sort. Curiosament el que més ens va molestar eren unes formigues que picaven i se’t pujaven per les cames!
Joana dice
Quina emoció! M’has permès ser còmplice (mínimament…) de la vostra experiència! Gràcies!!. Seguirè el teu viatge. Cuida’t molt. Una abraçada!.
Kris Xerca dice
Gràcies Joana! Doncs ja l’ultim cap de setmana aquí a l’escola, dilluns començo el meu viatge x Uganda. Seguire escrivint, una abraçada!
Joana dice
Què disfruteu de la festa! Bon viatge! Fins aviat!
Eli dice
Hola Cris! Ja he avançat una mica en la lectura del teu blog… Ara només em queden per llegir 10 entrades. jaja
Què xula la foto número 5. Què és aquest mega-llac?
Pel que fa als goril.les, ja m’imagino la sensació que podíeu tenir, com si estiguessis viatjant 50.000 anys en el temps perquè, certament, venim d’aquests animals, com ens has mostrat amb els detalls dels seus dits!! És impressionant.
També fa gràcia, això que dius que no us deixaven ser molt aprop perquè no els passessiu cap malaltia…com si realment fossin més purs ells que no pas nosaltres.. Sembla com si el govern fes esforços per mantenir vius unes mostres de fa milers d’anys del que un dia vam ser nosaltres…
D’altra banda, ja m’explicaràs com s’ho fotia la dona russa per dormir asseguda. Potser com és tant animal, a la dona no li impressionaven els seus col.legues… En fi.
Una abraçada ben forta,
Eli.
Kris Xerca dice
Jaja Eli se t’acumula la feina!
La foto 5 es el llac Bunyonyi, un llac molt guapo al sud d’Uganda (mira l’entrada anterior!)
Sip els goriles son impressionants i els tenen sobreprotegits bàsicament pq en queden poquísimis i són molt sensibles a qualsevol cosa…
Lo de la dona russa no té expliació possible jajaj
Un peto!
Alejandro Orozco dice
realmente impresionante la naturaleza y el habitad de esos bellos gorilas de montaña,
gracias por compartir fotos tan expresivas
un cordial saludo desde México.