Después de la intensa semana en Kibera volví al centro de Nairobi el miércoles por la mañana, al mismo hostal donde había estado. El jueves al mediodía fui al aeropuerto a buscar a mi madre que venía para verme y viajar por Kenia durante un par de semanas. Para estas dos semanas organicé un pequeño viaje dentro de mi largo viaje, para ver algunas de las cosas más típicas de Kenia con ella. Así que lo primero que teníamos planeado era hacer un safari por algunos de los parques más famosos para ver a los “Big 5”. Éstos son el elefante, el búfalo, el rinoceronte, el león y el leopardo. Aún no tengo muy claro porque son estos, pero según me dijeron son los 5 animales grandes que son agresivos y pueden atacar. Todo el mundo habla de los “Big 5” aunque en realidad se pueden ver muchísimos más animales, igual o más espectaculares que estos. Pero en el “mundillo de los safaris” que es lo que la mayoría de los turistas vienen a hacer en Kenia se habla de los “Big 5” continuamente y parece que verlos a todos sea el objetivo principal del safari.
La primera dificultad a la hora de hacer un safari es escoger la empresa con la que quieres hacerlo. Hay miles de empresas que organizan safaris y como suele pasar en éstas situaciones es complicadísimo decidirse por una. Hay varios factores a tener en cuenta. El primero es decidir cuántos días estar y qué parques visitar. Hay más de 40 parques en Kenia. También hay que escoger el tipo de alojamiento y transporte. Se puede hacer todo por carretera o volar con avioneta directamente a los parques. Finalmente, hay que decidir si hacer un tour privado o si te juntas con más gente. Y cómo podéis imaginar todo esto influye substancialmente en el precio. Después de pasarme horas dando vueltas por internet y buscando información me decidí por un safari de 6 días y 5 noches, visitando los parques nacionales de Masai Mara, Lago Nakuru y Amboseli. Escogí la empresa Safe Ride Tours & Safaris, que según lo que vi ofrecía la mejor relación calidad-precio. Sería un tour privado para las dos y tendríamos un guía que nos llevaría durante los seis días con una minivan, el vehículo standard para los safaris en Kenia.
El jueves temprano vino Charles, nuestro guía, a recogernos al hostal con la minivan. Esta minivan está especialmente diseñada para poder disfrutar del safari al máximo. Tiene seis plazas con asientos bastante cómodos. Cada uno de los asiento está al lado de la ventana para asegurar que todo el mundo tiene buenas vistas. Además, el techo se puede levantar, por lo que puedes ponerte de pie y ver los animales directamente y puedes sacar fotos sin el cristal de las ventanas. El 90% de la gente que vimos en los safaris llevaba una minivan muy parecida. Nosotras, al ser dos, íbamos muy cómodas. Nuestro primer destino era el parque de Masai Mara, el más famoso de Kenia y uno de los más conocidos mundialmente. Este parque está al suroeste del país, tocando con la frontera de Tanzania. De hecho, el Masai Mara es una continuación del parque nacional del Serengueti, mucho más grande, que pertenece a Tanzania. Ambos parques tienen una de las mayores concentraciones de animales salvajes de todo el mundo. Además, son famosos porque anualmente millones de ñus migran de una zona a otra en busca de comida. Durante los meses de julio y agosto aproximadamente los ñus suben del Serengueti hacia al norte, el Masai Mara. Durante los meses de octubre y noviembre vuelven a ir hacia el sur. Se mueven en función de las épocas de lluvias en cada zona. Durante las migraciones se pueden ver las espectaculares imágenes de millones de ñus caminando en grandes grupos y a menudo formando largas hileras. Junto con los ñus, las cebras también migran. Y como los herbívoros migran, los grandes depredadores, cómo los leones y los leopardos, les siguen.
Llegamos al parque el viernes al mediodía. Nos instalamos en el resort en el que pasaríamos dos días. El resort era bastante standard. Las habitaciones son tiendas con camas y baño. Hay una zona común donde se sirven las comidas. Este tipo de alojamiento es el más común en estos parques. Después de comer en el buffet del resort, bastante malo por cierto, fuimos a hacer nuestro primer game drive, así es como se dice en este mundillo cuando entras en el parque y haces un circuito para ir a ver animales. El resort estaba a sólo unos cinco minutos de la puerta de entrada al parque. Justo al cruzar la puerta ya se empiezan a ver grandes grupos de ñus y cebras. Nosotras hicimos el safari a finales de junio, la migración ya había empezado hacía un par de semanas y ya había muchos animales en esta zona, aunque aún faltaban muchos por llegar, ya que la mayoría empiezan a venir en julio. El paisaje es espectacular: una enorme sabana que se extiende en todas direcciones hasta donde alcanza la vista. Aún había muchos colores verdes, ya que la época de lluvias ha acabado hace poco, pero en algunas zonas la plantas empezaban a secarse y eran más amarillentas. Este día pudimos ver elefantes, jirafas, búfalos, algunos leones durmiendo y muchos ñus, cebras y antílopes. Dentro del parque los guías se comunican entre ellos por radio y así se avisan cuando ven animales interesantes. Los más difíciles de ver son los depredadores. Éstos normalmente suelen estar más activos durante la noche, por lo que es más fácil verles durante el amanecer o el atardecer, ya que durante el día están descansando y como no se mueven es muy difícil verles. Dentro del grupo de los depredadores los más fáciles de ver son los leones. En el Masai Mara se pueden ver relativamente a menudo. Hay mucha gente haciendo safaris y se ven minivans continuamente, pero cómo el parque es inmenso no distorsionan mucho el paisaje. Pero cuando hay leones, todas la minivans se concentran alrededor. Teóricamente la normativa del parque dice que no puede haber más de 5 vehículos alrededor del mismo animal, y que tampoco se puede salir de los caminos marcados. Pero cuando hay leones parece que está “aceptado” saltarse todas las normas y a veces éramos más de 10 coches mirando al mismo león. Y esto que aún no estamos en la temporada más alta, no quiero imaginar cómo debe ser en julio y agosto. Lo bueno de esto es que cuando ves un grupo de minivans sabes que allí hay algo interesante, por lo que facilita ver leones. A veces se producen situaciones bastante graciosas y se ve a los conductores corriendo como locos para llegar antes de que los animales se muevan.
El sábado por la mañana fuimos a hacer un safari en globo para ver el impresionante Masai Mara desde el cielo. Es una de estas actividades bastante caras pero que merecen la pena. El vuelo en globo se hace durante el amanecer. Vinieron a recogernos a las 4.15h. Teníamos que pasar a recoger a gente en otro hotel y después teníamos una hora de trayecto hasta el punto desde donde salen los globos. Pinchamos rueda por el camino y el conductor tuvo que cambiarla en medio del parque cuando aún no había luz, pero lo solucionó bastante rápido. Cuando llegamos había un par de globos gigantes en el suelo que estaban empezando a hincharse. En la cesta había sitio para 12 pasajeros más el piloto. La cesta está dividida en cuatro rectángulos donde caben tres personas en cada uno de ellos. Además, en el centro hay un espacio desde donde el piloto controla el globo. Cada uno de los espacios de tres personas tiene una especie de pequeño banco donde puedes sentarte y una cuerda para cogerte con las manos. La parte más curiosa del vuelo en globo es el despegue. Cuando no hace viento la cesta está en el suelo en posición vertical y la gente simplemente salta dentro antes de despegar. Pero cuando hay un poco de viento, que fue nuestro caso, el procedimiento es un poco diferente. La cesta no se puede poner vertical porque con el viento se mueve. Entonces la cesta esta de lado y tienes que ir metiéndote en los agujeros. Tienes que sentarte en el banco, pero como la cesta está de lado, en verdad más que sentado estas tumbado. La espalda está paralela al suelo. Los que están en los compartimientos más cercanos al suelo casi rozan la cabeza con la hierba. La sensación es bastante rara. Estás como metido dentro de una caja, cogido de la cuerda sin saber muy bien qué pasará. Como la cesta es bastante alta, en esta posición no se ve nada. La sensación es un poco como cuando vas a un parque de atracciones y te subes a una montaña rusa. Cuando te sientas en el cochecito te abrochan y estas esperando a ver que viene. La verdad es que fue bastante rápido. Nos arrastramos un poco por el suelo y dimos algunos saltitos pero enseguida empezamos a volar. Una vez la cesta ya estaba vertical, nos pusimos de pie y ya pudimos ver todo el espectáculo. La sensación de ir en globo es genial. La cesta casi no se mueve por lo que no da mucha impresión. Como podéis imaginar las vistas del parque desde el globo eran espectaculares. A lo lejos se veían otros globos que también estaban sobrevolando el parque. El vuelo duró una hora más o menos, durante la cual estuvimos a diferentes alturas. Cuando volábamos bajo se podían ver varios animales. Vimos algunos grupos de ñus que migraban, grupos de jirafas, avestruces, una hiena etc. Una experiencia muy bonita. Para aterrizar tuvimos que volver a sentarnos en el pequeño banco de la cesta. Al tocar el suelo nos dimos unos cuantos golpes y después ya nos frenamos. Muy gracioso. Después del vuelo, teníamos un completo desayuno preparado en medio de la sabana.
Los del globo nos dejaron con el coche en uno de los hoteles que hay dentro del parque y Charles nos vino a recoger para empezar un largo game drive. Pasamos todo el día en el parque y llegamos hasta el río Mara. Este río está en el sur, y todos los ñus que migran tienen que cruzarlo. Muchos mueren por culpa de los cocodrilos que se los comen. Ver como los ñus cruzan el río es una de las imágenes más famosas del Masai Mara y lo que mucha gente viene a ver. Nosotras no tuvimos surte y no había ni un solo ñu en el río cuando llegamos. Pero pudimos ver muchos hipopótamos y algunos cocodrilos. El mejor momento del día fue cuando volvíamos del río. Charles había oído por la radio que habían visto a un guepardo en una zona de arbustos. Un guepardo es muy parecido a un leopardo, pero diferente. Estuvimos dando vueltas alrededor de varios arbustos durante bastante rato pero no veíamos nada. Nosotros le dijimos que no pasaba nada, pero él quería que lo viéramos como fuera. Finalmente allí estaba. Un guepardo tumbado en la hierba. Estaba sólo, con la cabeza levantada, parecía que estuviera posando para nosotras. Fue increíble, y esta vez estábamos solas. No había ninguna otra minivan. Teníamos el guepardo a menos de tres metros y pudimos verle perfectamente. Hizo un enorme bostezo y pudimos ver todos sus dientes. Después se levantó un poco molesto y se fue ¡Impresionante! Fue el único guepardo que vimos en todo safari, y el leopardo ya os adelanto que no pudimos verlo, pero éste fue espectacular.
Por la tarde fuimos a visitar un poblado Masai. Los Masais son una tribu que vive en la zona del sur de Kenia y el norte de Tanzania. Viven principalmente del ganado. Van vestidos con telas rojas y de colores chillones, llevan muchos collares y enormes dilataciones en las orejas. Como en esta zona hay mucho turismo debido a los parques, varios poblados organizan visitas para los turistas. El poblado estaba a sólo media hora caminando del resort. Son pequeñas casas colocadas circularmente. El poblado está cerrado y en el patio interior duermen las vacas. Uno de los chicos del pueblo nos estuvo explicando algunas de sus tradiciones, nos dejó entrar en una de las casas y nos enseñó varias de las plantas medicinales que utilizan. La verdad es que, aunque aún siguen muchas de sus tradiciones, es difícil saber hasta qué punto lo que ves es real o es un poco de espectáculo para el turista. Nos hicieron una danza tradicional que fue de lo más ridícula. No se esforzaron en absoluto. Ellos mismos se reían de lo mal que lo estaban haciendo. Es un poco engaño para el turista, pero aun así está bien ver el poblado. El domingo por la mañana fuimos a hacer nuestro último game drive en el Masai Mara. Pudimos ver a seis leones, justo al lado del camino, que se estaban comiendo a un ñu ¡Increíble!
Nuestro siguiente parque era en el Lago Nakuru, a unas tres horas al oeste de Nairobi. Una de las cosas más bonitas de este parque es que normalmente el lago está lleno de flamencos, que tiñen el lago de color rosa. El problema es que desde hace un par de años el nivel del agua del lago ha subido tanto que se ve que los flamencos no tienen espacio para comer y han migrado a otros sitios. Charles nos avisó de esto y nos dijo que si queríamos ver flamencos podíamos parar en otro lago que estaba de camino donde aún se podían ver algunos. Así que fuimos al lago Oloiden. Es un pequeño lago que está justo al lado del lago Naivasha, el que había visitado unos días antes. Allí nos subimos en una barquita que nos llevó a ver los diferentes pájaros. No había muchos flamencos, pero suficientes para poder ver la preciosa imagen cuando al acercarte con la barca empiezan todos a volar progresivamente. Además, pudimos ver pelícanos y otros pájaros. Había una zona del lago donde los árboles estaban medio cubiertos por el agua y encima estaba llenísimo de pájaros, era muy bonito. También vimos algunos hipopótamos.
Llegamos a Nakuru cuando ya estaba anocheciendo. Nos alojamos en un sencillo hotel en la ciudad de Nakuru, justo al lado del parque, que visitamos al día siguiente. La verdad es que viniendo del Masai Mara, el parque del lago Nakuru sabe a poco, ya que no se pueden ver tantos animales. Aun así el paisaje es muy bonito y la vegetaciones es diferente dependiendo de la zona. Hay zonas de sabana y zonas de bosques más densos. Pudimos ver jirafas, búfalos y también rinocerontes, otro de los “Big 5” que aún no habíamos visto, aunque estaban durmiendo. Después de la visita al parque empezamos un largo viaje de casi nueve horas hasta el último parque, Amboseli, donde pudimos disfrutar de una tienda bastante lujosa y una comida buenísima.
El parque de Amboseli está en el sureste del país. Es famoso porqué está muy cerca del Kilimanjaro y ofrece unas vistas preciosas de la montaña. El Kilimanjaro es la montaña más alta de África y está en el norte de Tanzania. Como el parque es muy llano, la montaña se ve perfectamente, cuando no hay nubes. Además, Amboseli también es famoso por tener la mayor concentración de elefantes. El lunes pasamos todo el día haciendo game drive por el parque. Pudimos ver muchísimas familias de elefantes, algunas realmente cerca del camino. Debido a la nieve del Kilimanjaro llega mucha agua en el parque y hay muchas zonas encharcadas, las preferidas de los elefantes. Fue precioso ver a estos enormes animales tan de cerca. También vimos jirafas y varias familias de baboons, entre otros. Además es genial porqué es muy fácil ver muchos animales bebés, que son monísimos. El último día, antes de volver a Nairobi, hicimos un último game drive por Amboseli. Esta vez pudimos ver el Kilimanjaro perfectamente, que no habíamos podido ver el día anterior por culpa de las nubes. La verdad es que la imagen de la enorme montaña con la cumbre nevada, detrás de las llanuras de la sabana, es espectacular. Genial para acabar nuestro safari por Kenia.
Podéis ver las fotos del safari en el siguiente link. También adjunto un pequeño vídeo de los mejores momentos del safari, que he podido hacer gracias a las grabaciones que hizo mi madre mientras yo sacaba fotos.
Rosa dice
Holaaa! Acabo d’arrivar. Quina ilusio veura la publicacio del nostra safari!!!! Uns dies fantastics!!!!! Molts petons
Ingrid dice
Increibles tots aquests animals! i les fotos son precioses! La del guepard badallant és guapíssima!
I el vídeo també molt guapo, mama! 😉
I, aquesta serp? és venenosa? :S
Ingrid dice
Ah! i m’agraden molt aquestes dues noves pàgines del blog del «Voluntariado» i de «Enlaces»!
Kris Xerca dice
Gràcies!
Crec que la serp no era venenosa…i la vem veure des del cotxe per sort!
Dani dice
Això de poder sobrevolar la sabana africana amb globus, m’encantaria fer-ho algun dia. A més a més és la manera més segura de contemplar lleons, rinoceronts, lleopards i resta de fauna perillosa 😉 Salutacions
MundoXDescubrir dice
La sabana africana es uno de los paisajes más increíbles de este planeta. Cuando estuvimos en Etiopía pudimos disfrutar de su vida salvaje y fue una gozada. El Masai Mara que forma parte del imponente y precioso Serengeti es sin duda de la mejor. Un abrazo viajero!! 🙂
Sara Cristina dice
Ha tenido que ser una experiencia increíble. Aquí si que no hay maltrato animal, los animales desde el respeto. Un abrazo guapa!
florence dice
Hola, una consulta, el safari en globo lo contrataste aparte? o estaba dentro del paquete inicial?
gracias
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